El coordinador federal y portavoz parlamentario de Izquierda Unida ve clara la “continuidad en las políticas de austeridad” y entre las pocas cosas que “quedan en el aire” está “saber cuándo el PP va a presentar los próximos recortes de servicios públicos”
El coordinador federal y portavoz parlamentario de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha asegurado hoy que el nuevo Gobierno nombrado ayer por Mariano Rajoy y cuyo/as integrantes han tomado esta mañana posesión de sus cargos no va a ser “conciliador ni de diálogo”, sino que “está pensado para el chantaje permanente entre recortes o terceras elecciones” al PSOE y a Ciudadanos en los próximos meses, después de que estas dos formaciones fueran las que facilitaron su investidura.
Garzón ha ofrecido una rueda de prensa en el Congreso para valorar de forma detallada la composición del nuevo gabinete del PP, al que ha tachado directamente de “continuista”. Para argumentar esta opinión, indicó que Rajoy había sido “coherente” con lo expresado durante el debate de investidura, cuando manifestó “su voluntad de no dar marcha atrás a las políticas de recortes impuestas en estos últimos años”.
Así, lamentó que el líder del PP mantenga en sus carteras a todo su equipo económico, empezando por Luis de Guindos, “el del rescate bancario de 60.000 millones saqueados de los fondos públicos”; Cristóbal Montoro, “el que hizo la reforma fiscal con más impuestos para las clases medias y bajas, y menos para las altas”, y Fátima Báñez, “con su reforma laboral que tanto daño ha hecho”. Completó esta idea aludiendo a que “el círculo se cierra” con la incorporación como ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital a Álvaro Nadal, cuyo nombramiento, sumado al de los otros tres nombres, “supone un premio a sus comportamientos”.
“Iba a ser un Gobierno -remachó- pensado para el diálogo y no vemos que sea conciliador, sino químicamente puro del PP, pensado para chantajear al Congreso: o compras los recortes, o terceras elecciones”.
Para Garzón queda clara la “continuidad en las políticas de austeridad”, por lo que entre las pocas cosas que “quedan en el aire” está “saber cuándo el PP va a presentar los próximos recortes de servicios públicos. Es el único interrogante que nos queda”.
El máximo responsable de IU aludió también a otros nuevos ministros, entre ellos a Juan Ignacio Zoido, titular de Interior, de quien no cree que “vaya a modificar” la conocida como ‘ley mordaza’, ya que ha demostrado carecer de un talante “conciliador y dialogante”, además de representar la “lógica autoritaria” del PP y la “criminalización” de la protesta social.
Hizo también referencia a los “ingredientes enormemente contradictorios” que supone, entre otros, el nombramiento de Iñigo de la Serna como nuevo ministro de Fomento. Recordó que el Tribunal Supremo está a punto de echar abajo el Plan Urbanístico que trataba de sacar adelante el hasta ahora alcalde de Santander. “Es llamativo, pero muy propio de Rajoy elegir como responsable de Fomento a alguien que está investigado por hacerlas cosas mal en su ciudad”, apostilló.
Preguntado expresamente por el hecho de que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría amplíe sus competencias y se encargue ahora también de Administraciones Territoriales -con lo que ello supone de tener que hablar con los soberanistas catalanes-, Alberto Garzón reconoció su “escepticismo” de que las cosas puedan mejorar dada la “compartida posición inmovilista” con Rajoy sobre este asunto. “Ojalá -dijo- cambie su comportamiento y empiece a dialogar con todas las fuerzas políticas de Cataluña y se pueda construir una mesa de diálogo para resolver este problema”.
Por otra parte, también en el turno de preguntas, Alberto Garzón respondió a la petición hecha por los medios para que valorara las críticas vertidas ayer por el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, contra el ex coordinador federal de IU Cayo Lara por un tuit de este último sobre el senador de Podemos Ramón Espinar, del que dijo que había 'especulado’ con su vivienda. Recordó que "tanto Lara como Llamazares tienen su opinión personal, que no necesariamente coincide con la opinión de la dirección federal de IU”. Completó esta idea indicando que las palabras de Iglesias “fueron claramente un exceso porque las diferencias políticas han de articularse sobre argumentos políticos”, pero no con afirmaciones “profundamente injustas”, que no tenían que haberse producido “por más que existan discrepancias políticas”.
El máximo responsable de Izquierda Unida explicó que ayer mismo por la tarde, nada más conocer estas declaraciones, llamó a Pablo Iglesias para trasladarle que “no compartimos sus formas, ni la manera en que se refirió a un compañero”.
En este contexto y sobre las informaciones concretas aparecidas sobre Espinar, valoró que con ellas lo que se busca es “atacar a Unidos Podemos” para “desviar el foco de atención” sobre la información más importante de estos últimos días, que es la creación del nuevo Gobierno y las consecuencias que va a traer, así como “intervenir” en las primarias de Podemos en la Comunidad de Madrid.
Garzón señaló también que “desde IU estaremos muy atentos” a todo este caso, ya que “nos preocupa lo que sucede, pero es Espinar el que tiene que dar todas las explicaciones necesarias”. Destacó también que en Izquierda Unida se tiene muy claro como actuar, porque existe un “Código Ético implacable” para los cargos públicos, que ya se ha aplicado en ocasiones “de forma nítida”. No obstante, apuntó que “pero este no es el caso de Ramón Espinar, al que no se investiga por corrupción, ni es militante de IU”.