Izquierda Unida ha demandado al Gobierno andaluz la retirada del proyecto de Ley de Calidad Agroalimentaria y Pesquera, que se someterá este miércoles al debate de totalidad ante el Pleno del Parlamento, al entender que es un "canto a la inoperancia" y que sólo persigue "enterrar el cadáver" de la agricultura, la ganadería y la pesca andaluza, hoy "en la UVI aquejado de una grave enfermedad".
El Coordinador General de Izquierda Unida y portavoz parlamentario, Diego Valderas, ha asegurado que dicha norma es "incapaz" de mejorar las condiciones de calidad de un sector tan importante como el agroalimentario. "La ley es manifiestamente mejorable", ha sentenciado Valderas, que ha dicho que si el Ejecutivo no la retira, su grupo presentará una importante batería de enmiendas para que cobre "cuerpo y calidad".
Asimismo, ha puesto de manifiesto que esta ley tiene que pasar por el "tamiz de la sostenibilidad", apuntando que, en modo alguno, lucha contra el cambio climático.
Para Valderas, es fundamental que la ley cumpla con los objetivos del nuevo modelo de economía sostenible; que implante el concepto de proximidad entre el producto y el consumo; que recoja un articulado referido al etiquetado del producto con información detallada del mismo y su coste de CO2; que contenga un impulso a los beneficios fiscales por la proximidad del producto y su destino para el consumo, y que apoye el suministro del consumo local.
Por su parte, el portavoz de Agricultura de Izquierda Unida en el Parlamento, Juan Manuel Sánchez Gordillo, ha recalcado que la ley que la Junta ha remitido al Parlamento no aporta nada nuevo, es un "refrito" de reglamentos anteriores, y no mejora para nada la calidad porque no ataca la "corrupción" actual.
Para Sánchez Gordillo, la norma ignora la situación actual del sector, que es la de un "enfermo terminal de cáncer" y sigue concibiendo el alimento como una mercancía, "un objeto con el que se especula".
En su opinión, no se hace nada por el control de los alimentos que consumimos y vienen de fuera, al tiempo que se permite la siembra de transgénicos, con lo que no es posible la agricultura ecológica.
Según Sánchez Gordillo, la ley no garantiza en absoluto la seguridad alimentaria, al tiempo que carece de financiación, con lo que "o termina en la papelera o en el infierno". Para el diputado de Izquierda Unida, en el comercio local está la clave de la seguridad y de la soberanía alimentaria. Ha añadido que su grupo está dispuesto a dialogar con el Gobierno para introducir los cambios necesarios en la futura norma.
PÁSALO